martes, agosto 22, 2017

El mal que aqueja a la Argentina es la extensión


Los mapuches, que fueron, son y serán perseguidos por los carabineros en Chile, su territorio natal, quieren tierras argentinas en la Patagonia después que, años atrás, exterminaran a las tribus que habitaban de este lado de la Cordillera. Para ese fin cometen toda clase de actos terroristas.
¡Dejémonos de embromar y arreglemos! A ver si llegan a Buenos Aires y se quedan con el Shopping Alto Palermo. ¡Eso nunca! Total, si nuestros antecesores afirmaron que “El mal que aqueja a la Argentina es la extensión”, demostrando así que no eran perfectos, qué hay de malo en seguir regalándoles kilómetros cuadrados a nuestros vecinos. Hagamos como Rusia que les vendió por una bicoca Alaska a los estadounidenses. Tontos, los gringos, recuperaron lo invertido en siete años. Sí, siete años.
Podemos también darle definitivamente Malvinas a los ingleses como quieren los liberales se izquierda y no hacer más reclamos que tanto cansa al Palacio San Martín y cualquiera que se incomode en La Rosada. ¿Para qué vamos a recuperar 10 mil o 12 mil millones de dólares anuales que podrían quedar en nuestras costas si los ingleses pueden hacerlo mejor. Otra, La Matanza sería para los paraguayos porque ahí hay tantos que están dejando vacío al Paraguay; el partido de Escobar y todas las verdulerías serían para los bolivianos, y todo ello en aras de la unión de la Patria Latinoamericana por la que tanto lucharon los Castro, el Che Guevara, Silvio Rodríguez, le cantó Serrat y le escribieron Galeano y Gelman. Seamos como Suiza, chiquitos y poderosos porque qué es lo que tiene Federer que no disponga el lungo de del Potro.
Qué equivocados estaban los daneses, Alejandro El Grande, romanos, ingleses, holandeses y bandeirantes. No los copiemos. Sigamos así que vamos bien. No hagamos nada. No extraditemos. No reprimamos. La Patagonia argentina será para los mapuches o no será.
Juan Ángel Salinas Bohil

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